Publicado: 04/01/2007
La Gaceta

LOS TUCUMANOS GASTAN MAS AGUA DE LO NECESARIO (LA GACETA 04/01/2007)

La cantidad de agua que usa cada habitante es entre cuatro y seis veces superior al que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Malos hábitos que hacen desperdiciar el líquido
SERVICIO ESENCIAL - FALENCIAS

Cuando hace calor es lógico que se consuma más agua. Las personas toman más líquido, se bañan varias veces al día para refrescarse, llenan sus piscinas. Todo eso está dentro de lo que se considera una demanda normal de agua potable. Sin embargo, los tucumanos se exceden, afirmó Marina Mittelmann, encargada de Prensa y Comunicación de la Sociedad Aguas del Tucumán.
“Es curioso, pero en aquellos barrios donde las calles son de tierra, es típico que en verano baje la presión del agua porque los vecinos riegan con la manguera las calzadas. Aparentemente para que el ambiente se refresque, aunque en realidad se levanta vapor y el polvo absorbe rápidamente el líquido”, indicó. “Esto ocurre tanto en barrios humildes como en zonas residenciales como Yerba Buena”, añadió.
Este no es el único indicador del derroche del agua que hacen los tucumanos. “La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere o recomienda que se destine entre 50 y 100 litros por día por habitante a fin de garantizar la salubridad. Nosotros consideramos que un consumo diario, por persona, de 200 litros es razonable. Sin embargo, en San Miguel de Tucumán, el promedio es de 450 litros por día, por habitante. Esa cifra trepa a 650 litros diarios por persona en Yerba Buena”, comentó Mittelmann.
“Los tucumanos tienen muchos malos hábitos que hacen desperdiciar agua. Desde no arreglar una canilla que gotea hasta lavar el auto con la manguera, cuando se podría ahorrar agua si lo hiciera con un balde”, señaló el ingeniero Carlos Murga, gerente de Operación y Mantenimiento de la SAT.

Cañerías antiguas
Murga indicó que muchas de las pérdidas de agua -que significan un enorme gasto- se debe a que las cañerías de la red de distribución son muy antiguas. “Son los viejos caños de plomo, que deben ser cambiados”, indicó.
“El sistema es antiguo, al igual que las conexiones domiciliarias y que la red distribuidora; pero nosotros estamos atendiendo esos problemas cada vez que se presenta una queja de rotura de caños. Eso sí, antes de romper el pavimento o la vereda del cliente tratamos de recuperar la conexión. Sólo si no hay arreglo posible, hacemos el cambio de las cañerías”, explicó Murga.
El experto se quejó porque también ocurre que, cuando se construye un edificio de propiedad horizontal, no se informa a tiempo a la SAT para que haga una conexión nueva. “Los constructores traspasan el edificio al consorcio de propietarios y son estos quienes, ante cualquier problema con el servicio del agua, recurren a la SAT. Entonces, nosotros tenemos que salir a dar una solución a un inconveniente que pudo haberse evitado si se hubiera trabajado en forma coordinada”, indicó Murga.

En la casa
Respecto de cómo cuidar el agua en la casa, tanto Mittelmann como Murga destacaron que hay diversas maneras de ahorrar.
“Por ejemplo, en vez de cambiar totalmente el agua de las piletas, se la podría mantener limpia con productos especiales -que se consiguen en el mercado- y con aparatos como purificadores o filtros, que no son costosos si se compara su valor con el ahorro que implican. Asimismo, en vez de dejar tirada la manguera en el jardín, para que se riegue ‘por inundación’, se puede controlar el tiempo para usar la cantidad justa del líquido”, recomendó Mittelmann.

Recuperación
Sin embargo, no todo lo negativo es responsabilidad de los usuarios del servicio. Mittelmann destacó que la SAT logró alcanzar, en la actualidad, el 65% de la cobranza neta y el 93% de la cobranza bruta. Esta última incluye la recuperación de la cartera de morosos. “Hoy los clientes hasta pagan por adelantado las facturas, casi un mes antes de la fecha de vencimiento”, dijo la vocera de la institución.
Mittelmann también advirtió que, junto con la mayor conciencia de que el agua es un servicio que debe ser pagado, apareció un nivel de exigencia que antes no existía entre los clientes. “Creo que los ciudadanos tienen más claros sus derechos, entre ellos, los del consumidor, y entonces piden calidad. Y eso está bien, pero la SAT no siempre puede, en tiempo y forma, dar todas las respuestas. Es, muchas veces, una imposibilidad material, por los recursos humanos con que contamos y por el tiempo”, dijo. La SAT tiene en toda la provincia 250.000 cuentas, entre usuarios domiciliarios y empresas o instituciones.

concienciacion educacion

http://www.lagaceta.com.ar/vernotae.asp?id_nota=189477

650  litros por persona y por día se consume en Yerba Buena. En la capital, 450 litros.