Publicado: 12/01/2007
Tierramérica

UN ROSARIO DE VIRUS Y BACTERIAS (12/01)(Tierramérica)

El agua hace posible un medio ambiente saludable pero, paradójicamente, también puede ser el principal vehículo de transmisión de enfermedades.

Vehículo de enfermedades

Por Fred Reiff

Las afecciones que se propagan en el agua potable contaminada y en aquella que se usa para preparar los alimentos se conocen como "enfermedades transmitidas por el agua".

Sus agentes patógenos son biológicos, más que químicos, y los males que provocan casi siempre son contagiosos.

Por lo general, los agentes patógenos pertenecen al grupo de microorganismos, que son transmitidos en las heces excretadas por individuos infectados o por ciertos animales. Otros se contagian al ingerirlos en forma de agua o de alimentos contaminados por esas heces (la vía fecal-oral).

Pero el agua puede transmitir también patógenos no excretados como heces, entre ellos, los patógenos "oportunistas" o miembros de la flora normal de la parte externa del cuerpo humano, y los habitantes microbianos naturales de ciertos medios hídricos.

Los patógenos transportados por el agua en América Latina y El Caribe incluyen muchos tipos de virus, bacterias, protozoos y en ocasiones helmintos (lombrices), todos ellos muy diferentes en tamaño, estructura y composición.

Esta heterogeneidad hace que su supervivencia en el medio hídrico y su resistencia a los diferentes procesos de tratamiento de aguas varíen mucho.

La contaminación bacteriana del agua potable ha provocado numerosos brotes de enfermedades.

La epidemia del cólera -que se abatió sobre Perú en 1991 y se extendió a casi toda Latinoamérica- es un recordatorio de la velocidad con que se propagan las enfermedades transmitidas por el agua.

Con más de un millón de casos reportados y casi 10 mil muertos a fines de 1994, el cólera también alertó sobre el hecho de que la activación de una ruta de transmisión impulsa otras.

Un rosario

Entre las bacterias transmitidas por el agua se incluye la especie de Shigellae dysenteriae que causa la disentería (diarrea sangrante), una enfermedad que se manifiesta con fiebres altas, síntomas tóxicos, retortijones, pujos intensos e incluso convulsiones.

Esta enfermedad puede causar epidemias de gran magnitud, con altísimos índices de mortalidad, como la que se registró en América Latina entre 1969 y 1973, que causó más de 500 mil enfermos y 9 mil muertos.

La Salmonella typhi es un bacilo que causa la fiebre tifoidea, una enfermedad sistémica grave que puede dar lugar a hemorragia o perforación intestinal; mientras que el Campylobacter, es una de las principales causas de la diarrea infantil.

El agua es también vehículo de las cepas patógenas de Escherichia coli, causantes de una diversidad de enfermedades gastrointestinales.

Los virus adquieren una importancia especial para la salud pública debido a las colonias multitudinarias que infestan los excrementos de los individuos infectados.

Los virus relacionados con brotes de afecciones transmitidas por el agua son los de las hepatitis A y E, los enterovirus, los adenovirus y los rotavirus, una de las principales causas de la gastroenteritis infantil.

Los protozoos causan las enfermedades cryptosporidiosis y giardiasis, que llaman la atención por sus numerosos brotes. En 1994, se reportaron 400 mil casos de cryptosporidiosis en Milwaukee, Wisconsin, EEUU.

El impacto contra la salud de más de 20 enfermedades transmitidas por el agua es muy grande. Por fortuna, las medidas ambientales de salud requeridas para controlarlas son las mismas para todas, es decir, funcionan como un antibiótico de espectro sumamente amplio. Y existen varios métodos baratos para limpiar el agua, que cualquier ciudadano puede emprender.

* El autor es experto médico de la Organiación Panamericana de la Salud

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